Luego de su fallida participación en el innombrable
Beer Metal Open Air, los canadienses de
Kataklysm finalmente pisaron –por primera vez- nuestro país en el
Club Blondie, todo en el marco de su
Of Ghosts and Gods Tour.
Las bandas encargadas de los show de apertura fueron
Cerberus y
Recrucide; los primeros se presentaron con un bajo marco de público, pero que no desanimó a que la banda entregará su conocida brutalidad en el escenario. Sonaron canciones como
“Ebola” y un clásico del 94’ como lo es
“Immortal Hate”, entre otros. Fueron unos cortos pero intensos 20 minutos de show, con un buen sonido.
Recrucide, por su lado, y ya con un marco de público de unas 100 personas, desató su experiencia sobre escenarios internacionales. Con un sonido mucho más claro que su antecesor, entregaron canciones como
"Hipócrita",
"Uncontrolled",
"Ritual",
"God Didn't", entre otras. Los ganadores de Pulsar en categoría Metal tuvieron un gran apoyo y se hizo ver al finalizar con
“Art Of Crime”. Por estos días la banda se alista para lo que será el sucesor de Svpremacy, así que atentos a novedades.
Spider Prod, productora a cargo del show, anunció una primicia antes de dar el inicio al show de los canadienses, esta se trataba de la confirmación de la nueva visita de
NILE a Chile, la cual se realizará el próximo Jueves
26 de Agosto. Este sería el debut de
Brian Kingsland, nuevo vocalista de la banda, luego de que
Dallas Toler-Wade decidiera abandonar la agrupación. ¡Agéndalo!.
Con unos pocos minutos de retraso, a eso de las 21:45, hace su ingreso
KATAKLYSM, siendo ovacionados por el público. Lamentablemente la concurrencia al show fue baja; me atrevería decir que no éramos más de 300 asistentes. Es por esto que Maurizio, su vocalista, invita a sus fans a acercarse más al escenario y disfrutar del show.
Todo comenzó con
“Like Angels Weeping (The Dark)”, de su disco
In The Arms Of Devastation, ideal para prender al pequeño público que hizo que esto se convirtiera en algo más íntimo por la euforia y conexión con la banda.
Para los viudos de la época antigua de la banda, no se perdieron nada, no hubo nada del clásico
Sorcery o algo similiar. Diría que lo más antiguo (2001) que sonó fue
“Manipulator Of Souls”, un temazo cabe destacar, de su disco
Epic – The Poetry Of War.
En cuanto al sonido, logró alcanzar un muy buen nivel. A pesar de la rapidez de algunas canciones de la banda, no se notó saturación. Y esto ayudó a escuchar bien el gran desempeño de cada integrante, de esto destaco la voz de
Maurizio, en vivo suena idéntica a los discos.
La euforia era tal que Maurizio recalcó en más de una ocasión de que los 20 años (o más) de espera que han pasado sin visitar Sudamérica valieron la pena. Tras ello, la banda se acercaba al público a saludar e interactuar humildemente y sin problemas.
Algunas de las canciones que sonaron aquella noche fueron
"As I Slither",
"Taking the World by Storm",
"The Ambassador of Pain",
"Where the Enemy Sleeps...",
"Thy Serpents Tongue",
"Serenity in Fire", y muchas más. Hubo casi de todo un poco.
A mi parecer, el cataclismo del show llegó con
“In Shadows And Dust”, una de las tres canciones del encore de la noche. Posteriormente todo terminó con
“Elevate”.
Fueron pocos pero buenos asistentes, y la banda lo agradeció en cada canción. Esperemos que en una próxima visita el público sea mayor y así crear un cataclismo de proporciones como se debe.
Fotografía por
Sebastián Domínguez (+
aquí)
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